De acuerdo, el diseño de interacción ayuda a establecer una relación más cordial entre tecnología y ser humano. ¿Pero qué ocurre cuando nos encontramos con el comercial que busca a los clientes con los que tú trabajarás? Veamos:
El objetivo del diseñador de interacción está claro: optimizar toda interfaz digital e irse a dormir con la sensación del trabajo bien hecho, donde nada falla y todo hila fino (trabajo que, dependiendo del cliente, muchas veces puede llegar a ser una meta imposible).
El objetivo del responsable comercial es otro bien distinto: no sólo se trata de traer nuevos clientes a la empresa donde trabajas, sino también de mantener los que ya existen, con nuevos projectos conforme van surgiendo nuevas necesidades.
Y aquí es donde dinero y ética chocan. ¿Cómo reaccionarías cuando si un comercial te pide que la solución a ese problema al que tratas de dar solución no debe ser perfecta? Existirán más posibilidades de seguir manteniendo ese cliente si esa interfaz que tú has desarrollado cojea por algún sitio. Lo que potencialmente se traduciría en más ganancias.
De momento no parece algo frecuente (aunque puedo prometer y prometo que en algún que otro proyecto ya lo haya escuchado). Pero posiblemente este duro período que estamos atravesando provoque este tipo de actitudes.
¿Y tu? ¿Qué harías si te pidieran esto?
5 respuestas
Mmm no estoy tan seguro de que sea una buena estrategia comercial. Si conscientemente se dejan cabos sueltos o no se resuelven problemas detectados, tu trabajo no es bueno y tu imagen queda perjudicada, por lo que en el siguiente proyecto pueden llamar a otro para que arregle lo que tú «no has sido capaz» de hacer bien.
Pero vamos, que los choques entre departamento comercial y los de diseño / desarrollo existen desde siempre. Especialmente en presupuestos y definición de alcances.
Solución: ser tu propio comercial 🙂
Creo que deberíamos partir de la base de que no existen soluciones perfectas, solo las más adecuadas para un determinado momento en un determinado contexto.
Eso implica que a medida que pase el tiempo siempre habrá trabajo que hacer para un mismo cliente.
Si esto es así, ¿Para que necesitaríamos actuar como el mal mecánico que deja cosas sin arreglar, o las rompe, para obligar a que hagas más visitas? Ya sabemos lo que les ocurre a medio/largo plazo a ese tipo de mecánicos. Que se quedan sin clientes.
Probablemente un comercial no lo vea así, y habría que explicárselo. Y si ni aun así lo entiende, pues, una de dos, o el comercial está de sobra en esa empresa o lo estás tú.
Por lo menos conmigo que no cuenten 🙂
Como ingeniero informático he visto esa tendencia en varios proyectos y me repugna, pero es, más que el comercial, el director el que dicta esas normas. Y ciertamente estoy harto de ver lo mismo en muchos campos (software, videojuegos, electrodomésticos).
El dinero siempre acaba mandando, pero si por mí fuera, no podría dormir sin hacer lo que creo es mejor. Bueno para mí (me siento realizado) y bueno para el usuario, que se convierte en usuario leal, algo que no tiene precio. ¿Qué más se podría pedir?
¿Solución?
Estoy con Diego (#1): la solución es ser tu propio comercial porque sino el trabajo no está bien hecho.
Hola Juan, no estoy seguro que las tareas comerciales de éxito deban ser poco honestas para ser exitosas. Pero creo que se por donde vas.Para mi el problema esta en los roles implicados.
El Project Manager no debería gestionar la calidad del producto y la satisfacción del cliente, por que esas dos cosas tienen muchas papeletas para entrar en conflicto. Pero en la mayoría de los proyectos es así, Yo como técnico tengo un primer filtro de mi jefe de proyecto, pero mi jefe de proyecto tiene una función principalmente de gestión de cliente. Es más no estoy seguro de que haya un acuerdo entre los miembros de la profesión sobre lo que es «un buen prototipo» y si para nosotros que estamos todo el día ahí no esta claro, para el resto es terreno farragoso. Conclusión, la calidad se mide no en términos de calidad, sino de otra cosa (¿dinero?)
Al final, yo creo que necesitamos especialización, y puede ser que algunos proyectos vayan bien con una forma convencional de gestión y desarrollo, pero otros seguro que requieren perfiles específicos, como un product manager dentro del equipo y con igual peso en el organigrama que el project manager.