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Bajar a 33rpm: el movimiento lento en Internet

Hace unos días el gran Dani Castillo me recomendó un artículo que no para de rondarme en la cabeza. Se llama The Age o Emotions y está escrito por Tarik Krim, fundador de varias startups de éxito (como Netvibes).

En el mismo, hace una restropectiva sobre cómo ha evolucionado Internet hasta nuestros días y hacia dónde vamos aparentemente. Me gustó mucho el siguiente párrafo, que hace referencia a la situación actual, donde la componente social de todas y cada una de las cosas que usamos en Internet está siempre presente:

«For most of us, this social life is not fulfilling. I see some people leaving Facebook, people leaving even all form of Internet connection, but in fact what we need is a new set of services that helps us slow down. I have been advocating for such services for the last years, hoping that more people would join the Slow Internet Movement and start synchronizing their digital life with their inner pace. We are definitely entering a post social, post app, post hyper consuming era : the age of emotion.

The age of emotion is the third age of the Internet and marks a certain maturity in how we as application developers should serve the user and respect its inner emotional balance.»

El artículo menciona un concepto interesante y poco conocido (aún): Slow Internet Movement. Y está calando bastante en ciudades como Portland, donde incluso existen cafeterías que por $0.99 te ofrecen un café y acceso a Internet ilimitado, pero del antiguo, del del modem de 56k. Los smartphones simplemente no están permitidos e incluso las paredes de estos espacios están protegidas para que no entren wifi’s externas, ofreciendo más velocidad.

Hace casi un año Bernardo Hernández, daba carpetazo a su blog después de 5 años en activo. Las razones que le llevaron a esta decisión no las sabe ni siquiera explicar él, pero sentía que había algo más por ahí detrás que necesitaba conocer. Este es su último post:

«No sé si creer en ciclos astrológicos o biorritmos exotéricos, pero lo cierto es que anda uno metido en cambios interiores de dimensiones importantes.

A lo largo de los últimos 5 años, los mismos casi que tiene este blog, me he concentrado tremendamente en mi trabajo, en Google, en mis empresas, en producir más y mejor: toda mi energía ha estado concentrada en esto. Mis amigos, mi familia, mis parejas, las personas y los sentimientos pasaron a un segundo plano ante la prioridad de mis ambiciones.

Toca ahora otra cosa. No sé de qué estará hecha, pero otra cosa. Toca volver a saber perder el tiempo, a disfrutar de la mediocridad anodina de lo conocido, del sosiego de lo callado. La vida nos engaña con un falso exceso de confianza producido por las agendas apretadas, la manipulación de otros y las vanidades fugaces. Pero es una falsa seguridad que enseguida se desploma ante la estocada más inesperada pero acertada. La auténtica seguridad está en otra cosa.

Y es tiempo de saber de qué esta hecha esa otra cosa. Con este post cierro este blog que me ha acompañado 5 maravillosos años llenos de divertidos recuerdos y experiencias increíbles.

Doy gracias por haber tenido la oportunidad de vivir todo esto, de contarlo y de que me hayan leído. Gracias»

Puede que todo esto sea una moda pasajera, pero a mi me parece maravilloso, la verdad. Me parece que puede ser un momento interesante para pararse a pensar un poco hacia dónde vamos con esta actividad tan frenética que nos acompaña en todo lo que rodea al mundo digital. Y quizás, con ese tiempo extra que te sobre, dedicarle más tiempo a pensar en herramientas que realmente nos sirvan para solucionar problemas cotidianos. Que tenemos muchos por resolver.

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seisdeagostouser

18 respuestas

  1. Maravillosa entrada. Y si me lo permites, tiene tanto que ver con la disciplina de trabajo que nos llevamos entre manos, que creo que podría ser una perfecta introducción para quien se quiera dedicar a esto.
    Que el rollo slow es una moda, pasajera, lo veo claro. Que como concepto subyacente de quienes empezamos a cumplir años es una realidad, inconsciente quizá, también.

    Lo de siempre, pensar en las personas…

  2. Gracias Dani. Igual es lo que dices: nos hacemos mayores! Pero me ha parecido una iniciativa que se puede aplicar a tantas cosas.. Por supuesto que en nuestra disciplina tiene todo el sentido del mundo. 100% agree.
    Un abrazo!

  3. Un gran post. Sin percatarnos demasiado, la tecnología nos permite (y casi obliga) a amortizar cada uno de nuestros segundos. Trabajamos fuera del horario laboral. Miramos Twitter esperando en el médico o en el autobús. Contamos las calorías/kilómetros/pasos/pulsaciones cuando vamos a correr. Consultamos prensa y blogs mientras nos ponemos las zapatillas al levantarnos. Y todo ello … ¿para qué? Aprovechar la vida nos está alejando del disfrutarla. Lo que comenta Bernardo Hernández, nos alejamos de lo realmente importante: las personas a las que queremos.

  4. Quizás es lo que dice Thackara, estamos yendo contracorriente con este ritmo inhumano, ponía como ejemplo lo que HITACHI usaba como slogan en los 90 para reflejar hacia donde caminamos o estamos: «Speed is god, time is devil».

  5. Precisamente durante la comida hablaba de este tema con mi pareja. Estamos sumidos en tal ritmo de creación de contenidos, de participación en proyectos, de necesidades de consumo… que no somos capaces de saborear a fondo las actividades/trabajos en los que participamos…
    Una vez más y van unas cuantas, felicidades por el post

  6. A mi hijo de 3 años le acaban de diagnosticar déficit de atención. Las palabras de la psicóloga: «sólo hay que mirar la vida que lleváis los padres, ellos lo heredan». Es nuestra responsabilidad parar un poco semejante ritmo …
    Excelente post.

  7. Juanan, Gorta, Oscar, Sergio, César, Nacho… Javier y Julio. Muchísimas gracias por vuestras aportaciones y comentarios.
    @Javi, me he estado riendo un buen rato con lo que has dicho. No puedo estar más de acuerdo…

    @Julio millón de gracias, hermano. Un abrazo fuerte.

  8. Hola Juan:
    Como bien apunta Dani, parece una opción propia de ciertas etapas personales y que sí está vinculada con la edad. No sé qué edad es esa pero los que consideramos que aun no hemos recogido nuestros brutos no nos queda más remedio que seguir muy vinculados a ese torrente de energia y velocidad con la que internet se mueve.

    Si a eso le añades que algunos comenzamos a emprender en plena crisis, resulta complicado no están concentrado y pensando siempre en lo mismo, tus sueños, proyectos y objetivos profesionales.

    No me extraña que Bernardo decidiera «cambiar». Sus logros y éxitos son excelentes y una referencia.

    Un saludo

  9. Información Bitacoras.com…
    Valora en Bitacoras.com: Hace unos días el gran Dani Castillo me recomendó un artículo que no para de rondarme en la cabeza. Se llama The Age o Emotions y está escrito por Tarik Krim, fundador de varias startups de éxito (como Netvibes). En el m……

  10. Maravilloso post.
    Creo que esto va especialmente con determinados tipos de personas, personas con la mente muy inquieta. La gente «normal» ha pasado de consumir otros medios, como la tele o el Hola, a éste otro medio. Pero no todo el mundo tiene la adicción a la información que tenemos algunos. A lo mejor nos puede parecer que todo quisqui está igual, pero seguramente es porque nos movemos con gente de un mismo ámbito.

    Coincido con Daniel que lo del Slow es una simple moda. Dicen que la adicción psicológica de los heroinómanos se basa en que durante el resto de su vida anhelan repetir la experiencia del primer chute. Y a mi esto del Slow me suena a eso, a peña que está tan absolutamente enganchada que anhela y quiere rememorar esas primeras experiencias. Porque si lo que realmente buscas es desengancharte, te resguardarás en sitio que no tenga ningún tipo de acceso a internet, nada, cero, Los 56kbps me suenan a metadona digital.

    Pero coincido plenamente. Hay que bajar el ritmo, hay que imponerse ciertas normas, lo cual requiere mucha autodisciplina. Acostarse y despertarse con el smartphone en la mano no es vida.

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