Helsingfors Series XVII: Borracheras
Después de todo este tiempo en Finlandia aún me sigue sorprendiendo la cantidad de gente veo de lado a lado completamente borracha.
Y es que en Finlandia la gente se aprieta unas cogorzas del 15. Da igual la edad: adolescentes, adultos o personas ya entradas en edad, no hay franja etaria ni escala social que escape al poder del alcohol.
El hábito social de beber aquí pierde todo su encanto. La gente por regla general, cuando bebe, es hasta reventar. No existe ese término medio al que los habitantes del sur de Europa estamos quizá más acostumbrados. Se bebe a lo que dá.
Me sorprende también cómo los servicios de urgencias surgen de repente para ayudar al desvaído, así como de la nada. Creo que alguien me explicó que existe incluso cierto código: si estás tirado en el suelo pero con el codo apoyado estos servicios de urgencia pasan de largo. Sólo cuando estás tumbado e inconsciente te echan un cable, da igual la temperatura exterior: he visto a gente con ese famoso codo apoyado tirada en la nieve a unos -8ºC.
En los bares las vomiteras también están más que asumidas. En una ocasión tuve que echar una mano a un colega que se pasó con lo suyo y no consiguió llegar al WC. Echó todo lo que tenía dentro justo antes de entrar. Al pedir a la gente de la barra una fregona o algo parecido para solucionar el estropicio la chica muy educadamente me ofreció dos alternativas: “o lo limpia él con el papel que hay dentro del baño o €50 si lo hacemos nosotros”. Mi pobre colega no podía ni moverse: pagó la cuota correspondiente..
El paisano de la foto de arriba dormía cuando la temperatura exterior andaba entorno a los 5ºC y había caído un chaparrón bastante considerable. Un simple papel de periódico le aislaba del suelo mojado.
Nos quedan 19 días (y quinientas noches) en Suomi.