La mayoría del tiempo los mortales trabajamos en oficinas. Aunque “oficialmente no deberías hacerlo” allí, en ese espacio semi-privado, es donde la mayoría de nosotros usamos la web: viendo fotos de nuestros amigos, leyendo el periódico, comentando en blogs, enviando emails, buscando coche, casa, vuelos, chateando…
Por esa razón, es muy importante la privacidad y, como parte de esa privacidad, que la interfaz que tienes frente a ti sea silenciosa, que no haga ruído ni moleste.
Seguro que lo has vivido en más de una ocasión: Entras en tu periódico favorito y de repente salta una música que no sabes de dónde diablos proviene. Procuras rápidamente cerrar la ventana problemática, pero el daño ya está hecho: la gente que trabaja a tu alrededor ya ha arqueado la ceja preguntándose qué diablos estarás viendo en esa pantalla que tienes frente a ti.
Si quieres que la gente te vuelva a usar tu interfaz procura que sea silenciosa, discreta, nadie tiene que saber qué estás viendo. Por esa razón controlar todo lo que puede afectar a ese silencio es importante:
Si pincho en un vídeo quizá es mejor que empiece en silencio y, voluntariamente ya considerará el usuario la opción de activar el volumen o no.
Si pincho en un banner la página de destino también debería ser silenciosa, forma parte de la experiencia (por supuesto, el propio banner tendría que comportarse igual). Probablemente controlar esa publicidad sea más dificil, pero siempre puedes generar una “política de publicidad” donde indiques claramente que los banners publicados en tu sitio deben tener un destino que no afecte a la privacidad de los usuarios, que no haga ruído.
No hay cosa más desagradable que tener este tipo de experiencias en una oficina (sobre todo si eres nuevo). Genera un temor innecesario y una experiencia negativa que se puede solucionar considerando pequeños detalles como este.
Nota: La foto (genial como siempre) es de Dani Castillo. Los músicos: finareta y bdelcoso, de idealista.
Qué post tan simple y tan real…me ha hecho sonreir y recordar esas escenas de terror en la que algo suena… reaccionas tarde….y todo el mundo te mira… 😉
jeje, real como la vida misma…
por cierto, que me he quedado noqueado después de leer tu post pensando qué era exactamente lo que no me cuadraba hasta que me he dado cuenta de que estaba en español 😛 😀
Me pasó varias veces,cuando era un “mortal” y trabajaba en una oficina), 🙂
Según Tom Shrink, el error número uno de las páginas web (no el más frecuente, sino el más grave) es agregar melodías horribles.
@Paco una de cal y otra de arena 🙂
[…] de eso hablaba hace poco Juan Lean en Silencio en tu interfaz. Seguro que lo has vivido en más de una ocasión: Entras en tu periódico favorito y de repente […]