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El rediseño general de una web tiene una serie de implicaciones que no todas las empresas está dispuestas a asumir, sobre todo aquellas con un volumen de contenidos considerable.

Cada día existen más partidarios de evitar rediseños generales que prefieren centrarse más en pequeños rediseños de las zonas más problemáticas. Esta técnica se conoce como rediseño incremental (incremental redesign).

El rediseño incremental evita las consecuencias implícitas en un cambio radical, como una arquitectura de información diferente, flujos de navegación distintos, nueva interfaz, etc… Ésto no quiere decir que sea una apuesta necesariamente más sencilla, ya comentamos en su día las implicaciones que tiene esta forma de trabajo, como puede ser el tener que diseñar para la transición o la adopción de lo que se conoce por Extreme Programming.

Entre las desventajas de un rediseño masivo, Rose Pruyne, destacada veterana en el ámbito web señala:

  • Lleva meses finalizarlo (cuando no años);
  • Consume una gran cantidad de recursos;
  • Casi siempre lleva más tiempo del que todo el mundo desea;
  • Existe el riesgo de que, tras el lanzamiento, la web vuelva a quedarse obsoleta;
  • Frecuentemente exige el mantemiento de dos webs al mismo tiempo: la antigua y la nueva

Siguiendo algunas pautas en el rediseño incremental se pueden conseguir bastante éxitos. He aquí algunas de ellas:

  • Pequeños cambios en pequeñas dosis, haciéndolo regularmente;
  • Haciendo partícipes del desarrollo a los usuarios finales (visión ésta muy dospuntocerista);
  • Corregir los errores rápidamente;
  • Aceptar que aprenderás conforme vayas avanzando, y que tus usuarios son los principales profesores;
  • Aplicando rigurosos tests, evaluando y validando;
  • Haciendo de la usabilidad tu mantra;
  • Reutilizando componentes y elementos;
  • Diseñando para la transición.

Un rediseño general puede dar al traste con la fidelidad de los usuarios más fieles. Los rediseños masivos conllevan nuevas formas de navegación y de comportamiento que no todos los usuarios están dispuestos a asumir.

Identificando las áreas más problemáticas y rediseñándolas se genera una transición más fluída, sin que muchos usuarios perciban necesariamente el cambio, pero evolucionando.

Si tu web tiene usuarios fieles y se está planteando un rediseño, quizás debas considerar esta opción. Recuerda también que un rediseño general viene dado muchas veces por escalas jerárquicas superiores dentro de la compañía. Ésto no quiere decir que la web actual esté mal definida y que tenga que cambiar necesariamente. Si ya tienes usuarios fieles por algo será. En ocasiones, aunque no lo parezca, los cambios vienen provocados simplemente por justificar presupuestos o cosas parecidas (e igualmente absurdas).

Algunas lecturas recomendadas sobre rediseño incremental:
The Art of the Incremental Redesign (Jeffrey Veen)
The Quiet Death of the Major Re-Launch (Jared M. Spool)
The Case for Incremental Redesign: Part I / Part II (Rose Pruyne)
What is Extreme Programming? (Ron Jeffries)
Diseñar para la transición (Juan Leal)

No es la primera vez que en índica comentamos diseños de antaño que vuelven a tener éxito en nuestros días. Cada día asistimos a más casos de buen diseño que renacen de nuevo como conceptos absolutamente innovadores.
Hace un algún tiempo comentábamos las similitudes entre los altavoces diseñados por Dieter Rams y el iMac. Javier Cañada por su parte hacía lo mismo comparando la radio Regency TR1 con el iPod mini.

El ejemplo de hoy es el AMC Pacer. Un vehículo compacto de dos puertas producido en los EE.UU. por la American Motors Corporation entre 1975 y 1980. Sus formas redondeadas, con los cristales perfectamente integrados en su carrocería y su espacio interior, hicieron de este modelo algo totalmente atípico e innovador comparado con aquellas unidades «rectangulares» que en aquella época se producían.

La mismísima casa Porsche utilizó AMC Pacer como fuente de inspiración para fabricar el último modelo de la marca en aquellos días: el 928. Viendo la transición desde el modelo original hasta el actual no da lugar a ningún género de dudas. Opinen ustedes mismos:

Excelente recopilatorio de controles, dispositivos y displays recogidos por el siempre genial Dan Saffer.
La idea del autor es recoger todo aquello que pueda servir como fuente de inspiración a diseñadores de interacción (¿no es estupendo?).

Foto de los mandos de control de un camión de bomberos:

Gracias Nitro

Me he acordado de pronto de esos viajes camino de Benalmádena con toda la familia dentro…

Merece la pena darse una vuelta por este recopilatorio de coches de aquella época. Yo me quedo con la sección Peugeot – Simca – Talbot. Ver el Talbot que llevaban los policías nacionales en España no tiene desperdicio…

A partir del 2012 la ciudad de Londres disfrutará de un nuevo sistema de transporte público: Monometro.

Se trata de una empresa fundada en 1997 que pretende revolucionar los actuales sistemas de transporte. La idea es vista no sólo como algo efectivo y seguro, sino también como la única solución viable en muchas de las metrópolis actuales.

El vídeo que han colgado en youtube asombra:

Con una disposición de elementos fuera de lo común, los modelos de la marca gala se han caracterizado siempre por tener muy en cuenta aspectos relacionados con la Ergonomía y el Factor Humano (quizá por ser la Ergonomía francesa una las principales corrientes en este área de conocimiento).
Un elemento muy característico de los modelos de los años 70 y 80 fue la implementación en el salpicadero del sistema PRN (de las siglas en francés Pluie (lluvia), Route (carretera) y Nuit (noche). Inicialmente implementado en los modelos CX, el sistema PRN se extendió a otros modelos de la gama, como el GS/GSA o el BX.

Básicamente, se trataba de dos «satélites» colocados a ambos lados del volante. Su disposición ergonómica (a nivel de fuerza y alcance) y la agrupación de comandos relacionados con un determinado contexto (lluvia, carretera o noche) hicieron de estos dos cabezales algo completamente inusual para aquella época:

A esta disposición ergonómica había que añadirle la existencia de un tablero muy bien configurado (a la izquierda se encontraban los indicadores de funciones con modo «no autocancelable», mientras que a la derecha se encontraban los indicadores con modo «autocancelable»), unos relojes fuera de lo común y un sistema de información continuo sobre el estado del vehículo, dando la sensación de encontrarse ante algo completamente futurista:

Desconozco si existe documentación relacionada con los estudios de ergonomía llevados a cabo por la marca, pero sería muy interesante poder echarle un vistazo.