Últimamente ando a la caza y captura de ejemplos donde la función principal de un app o web pasa a un segundo plano y de repente, sin que estuviera planificado, surgen comportamientos naturales de usuarios que la utilizan con otro objetivo: parecido al diseño no incencionado.
Existen numeros ejemplos de tecnológicas que descubren con el tiempo estos comportamientos, algunos son de lo más curiosos:
– Wallapop.com: la app para vender cosas de segunda mano es la herramienta que algunos usuarios utilizan para el ligoteo. ¿Quién no estaría dispuesto a ver un cinturón o jersey a la venta a cambio de conocer a la estupenda propietaria que se esconde bajo su avatar de usuario? Hasta el propio anuncio de televisión menciona este comportamiento.
– Idealista.com: aparte de para comprar o alquilar, el portal inmobiliario sirve para el vecino curioso que siempre ha estado intrigado por ver la casa del que tiene enfrente. Una forma anónima de conocer los muebles, la distribución o incluso detalles personales del inmueble.
– Las Zalando parties: la web ha descubierto que se forman fiestas alrededor de su servicio de envío y devolución gratuito. Las adolescentes se juntan en un salón para darle al botón comprar sin temor a equivocarse, aprovechándose de que los envíos y devoluciones son gratis, pidas lo que pidas. Otro dato curioso es que la gente, para acertar de pleno con un producto, pide las tallas por encima y por debajo de la suya. Lo que no es de tu talla se devuelve y punto.
– Esta otra me encanta: cuántas veces has pasado minutos y minutos viendo los avatares que tus contactos se ponen en WhatsApp? Una forma anónima y discreta de explorar las aficiones, los gustos o de conocer a la pareja de la gente que está entre tus contactos.
En el fondo creo que toda app/web tiene escondido algún tipo de comportamiento oscuro… Este blog todavía se sigue alegrando cada vez que alguien aporta algo 🙂