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ping@seisdeagosto.com

Inscriptions open for the 2nd International Seminar Ergonomics in Design.

Where? The old Human Kinectics Faculty, where I got my Ergonomics Degree.
When? May 18th at 9:00am.
Why? To reinforce the links between Ergonomics and Desing.
How much? For free, but sign-up is needed.
Who? The followings speakers were invited:

  • Abel Correia, FMH/UTL, Cruz-Quebrada, Portugal
  • Daniel Thalmann, EPFL VRLAB, Lausana, Suiça
  • Elisangela Pessoa, FMH/UTL, Cruz-Quebrada, Portugal
  • Emília Duarte, IADE, Lisboa, Portugal
  • Francisco Rebelo, FMH/UTL, Cruz-Quebrada, Portugal
  • Gastão Marques, ICT-VR, Portalegre, Portugal
  • José Carvalhais, FMH/UTL, Cruz-Quebrada, Portugal
  • Michael S. Wogalter, Universidade Estadual da Carolina do Norte, EUA.

Vía: IG

Btw, the week before (from May 7th to 9th) OFFF2009 will be celebrating another edition. They´re running out of tickets, but still on time!

Punchcut, a User Experience design company from San Francisco, has just launched a very illustrative video to make people know their thinkings about what´s the best approach to User Interface design:
1/ Design for immediate access
2/ Keep gestures smart and simple
3/ Leverage clear mental models
4/ Design for real hand sizes
5/ Touch feedback is key

So, here you are (Vimeo, 1:17min):

«Touch is merely on dimension that brings a human side to technology».

These days, Seisdeagosto.com, the company I own, is working on an interesting project defining mobile User Interfaces wireframes. Inspiration coming from this kind of documents is always welcome. Thank you guys!

Hace algunos meses comentábamos en esta casa algunos detalles sobre las «reglas de urbanidad en la web 2.0», reglas estas que, sin haberlas estudiado, se empiezan a hacer patentes dentro de las aplicaciones que a día de hoy tienen más éxito en internet: Flickr, Facebook, Twitter…

El post de hoy se centra más en la franja adolescente y la relación entre estos con la tecnología. Creo que el mejor ejemplo que podemos ver es un comportamiento, cada vez más extendido y por muchos repudiado: la música del MP3 pública mientras viajan en el vagón.

Indagando un poco encuentro en Madrid me Mata un post relacionado:

«Les reconoceréis por sus teléfonos brillantes y luminosos, que no dudan en mostrar en cuanto pueden porque para algo se han dejado la pasta (suya o de sus padres) en ellos. Suelen viajar en transporte público de cualquier tipo (Metro, bus, Cercanías). Si pueden, ocupando alguna plaza más de las que les corresponde con su pierna o su brazo.

En el momento más inesperado, conectan el MP3 y -en lugar de disfrutar egoistamente de la canción con unos cascos- enchufan el altavoz a todo trapo y ofrecen al resto de viajeros una selección de sus gustos musicales, que suelen ir de la bachata al reggaeton o el bakalao, dependiendo de casos.»

La solución a este problema en concreto no es sencilla (algunos sugieren que todo reproductor de MP3 lleve incluído el auricular sin que pueda desprenderse del aparato) pero personalmente creo que la opción de «banear» aquellas fuentes que generen ruído no es descabellada: que el micrófono de cualquiera de nuestros dispositivos detecte las fuentes de ruído y que, en caso de ser superior a lo «normal», poder tener la capacidad de silenciar el aparato que genera dicho ruuído. Quizá no es tan complicado como a priori parece.

Cada vez tengo más claro (y esto confirma mi teoría sobre el silencio) que la tecnología tiene ser muda, no hacer ruído, tiene que ser personal 100%.

Pero lo que más me preocupa al escribir este post es la evolución de esta relación entre los nuevos adolescentes y la tecnología: Si al caracter público de los nuevos dispositivos le unimos la faceta gestual nos esperan unos años de adaptación de aúpa…

Y para muestra, un botón (Youtube, 26s.):

Una de las cosas que menos me gusta de la web es la publicidad, el cómo se inventan fórmulas para forzar a los usuarios para, de una manera u otra, intentar que veas sí o sí el contenido que quieren dar a conocer.
El caso más conocido es quizá el de los famosos Interstitials de elmundo.es (que a día de hoy son incluso más intrusivos que antes, puesto que te ocultan hábilmente la opción de cerrar la ventana emergente).

Hasta no hace mucho teníamos otro famoso ejemplo, el del test de la risa de Last.fm que tanto dio que hablar y que gracias a la presión de los usuarios, consiguieron eliminar.

Pero hay un formato que aún sigue campando a sus anchas por la red y que personalmente me parece la forma más ruin y trepa de intentar conseguir clicks por publicidad. Sin más preámbulos, algunos ejemplos:

Como se puede apreciar en la imagen superior, se trata de pseudo-ventanas con distintas opciones a elegir a través de radio-buttons, botones, checks… Más de uno habrá vivido la experiencia de intentar pinchar sobre el elemento en cuestión y ser redirigido a otra página de destino con la publicidad del trepa que intentando venderte algo.

Quizá más de uno se pregunte qué diferencia existe entre los ejemplos de la imagen y los que he mencionado al principio. La respuesta es bien sencilla:

Mientras que un Interstitial o el «Test de la risa» no puede evitarlo nadie, ni el mismísimo Berners-Lee, estos últimos juegan con el desconocimiento de los que menos experiencia tienen en la web. Me puedo imaginar perfectamente a una persona mayor leyendo atentamente el contenido de la publicidad y dirigir su cursor a las opciones mostradas con la esperanza de obtener más información… Me parece que hay pocas experiencias de uso peores que esta.

Creo que no hace falta decir que ya tenemos suficiente con los Nigerianos como para encima tener que aguantar este tipo de torpezas marketinianas. Con lo bien que lo hacen de los de Spotify…

«…Es para que todo el mundo sepa qué haces al momento».

Aparte de este titular, potente donde los haya, y que dicho sea de paso, habrá tumbado la opinión de más de uno, que presenta a Twitter como otra pata más del DPCI (DosPuntoCerismoIlustrado), lo que más me ha llamado la atención de la corta entrevista que le hicieron a Jack Dorsey, creador de Twitter, en elmundo.es es el origen de la idea:

«(…) surgió de la «fascinación» que sentía por el funcionamiento de la ciudad y de entender cómo se mueve. Así, ha asegurado que le llamó la atención el sistema de radio de los taxis, con el que los taxistas «se cuentan en todo momento donde están y qué hacen».

La verdad es que, escuchando el flujo de una conversación entre la torre de control de un aeropuerto y los pilotos entiendo aún más el concepto Twitter (y me entra risa imaginándomelo):

Es que es lo que se dice traer literalmente el mundo offline y ponerlo online. A lo que da.

La mayoría del tiempo los mortales trabajamos en oficinas. Aunque «oficialmente no deberías hacerlo» allí, en ese espacio semi-privado, es donde la mayoría de nosotros usamos la web: viendo fotos de nuestros amigos, leyendo el periódico, comentando en blogs, enviando emails, buscando coche, casa, vuelos, chateando…

Por esa razón, es muy importante la privacidad y, como parte de esa privacidad, que la interfaz que tienes frente a ti sea silenciosa, que no haga ruído ni moleste.

Seguro que lo has vivido en más de una ocasión: Entras en tu periódico favorito y de repente salta una música que no sabes de dónde diablos proviene. Procuras rápidamente cerrar la ventana problemática, pero el daño ya está hecho: la gente que trabaja a tu alrededor ya ha arqueado la ceja preguntándose qué diablos estarás viendo en esa pantalla que tienes frente a ti.

Si quieres que la gente te vuelva a usar tu interfaz procura que sea silenciosa, discreta, nadie tiene que saber qué estás viendo. Por esa razón controlar todo lo que puede afectar a ese silencio es importante:

Si pincho en un vídeo quizá es mejor que empiece en silencio y, voluntariamente ya considerará el usuario la opción de activar el volumen o no.

Si pincho en un banner la página de destino también debería ser silenciosa, forma parte de la experiencia (por supuesto, el propio banner tendría que comportarse igual). Probablemente controlar esa publicidad sea más dificil, pero siempre puedes generar una «política de publicidad» donde indiques claramente que los banners publicados en tu sitio deben tener un destino que no afecte a la privacidad de los usuarios, que no haga ruído.

No hay cosa más desagradable que tener este tipo de experiencias en una oficina (sobre todo si eres nuevo). Genera un temor innecesario y una experiencia negativa que se puede solucionar considerando pequeños detalles como este.

Nota: La foto (genial como siempre) es de Dani Castillo. Los músicos: finareta y bdelcoso, de idealista.